lunes, 2 de mayo de 2022
Cómo debe evolucionar el sector inmobiliario para ser sostenible
El sector inmobiliario también debe cambiar para avanzar hacia la sostenibilidad
En el actual contexto de crisis climática y teniendo en cuenta la creciente sensibilización de las personas en su relación con el medio ambiente y la sostenibilidad, el sector inmobiliario también debe cambiar para avanzar hacia la sostenibilidad. Para ello, las empresas que se dedican a este sector deberán introducir cambios en su día a día, como, en la medida de lo posible, fomentar el teletrabajo, de manera que los trabajadores no tengan que desplazarse hasta la oficina en vehículo privado; fijar una temperatura ambiente de entre 23 °C y 25 °C en verano y de 21 °C a 23 °C en para no incrementar el consumo de la energía; deshacerse de los vasos y tazas de un solo uso y limitar la impresión de documentos en beneficio de los archivos online. Un camino en el que Organ hace tiempo que se encuentra.
Además, y en relación con las obras de nueva construcción, para que las empresas inmobiliarias sean sostenibles deberán apostar por:
- Inmuebles descarbonizados: Las casas deben tener un bajo consumo energético y nada o pocas emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente en el momento de su construcción, pero también cuando están en uso, es decir, en todo el ciclo de vida del edificio. Según los expertos, el 50% de las emisiones de gases invernaderos no vienen de los edificios, sino del momento de su construcción y de su demolición. Además, los edificios deben disponer de tecnología suficiente para aprovechar los recursos propios como el agua pluvial, un sistema de reutilización del agua, la energía del sol, la orientación, y a la vez, dotarse de un buen aislamiento, de criterios de ventilación cruzada y otros factores para consumir lo mínimo. Del mismo modo, las zonas comunes pueden habilitarse como huertos comunitarios donde compartir un bien común.
- Fomentar la salud en los edificios: Para que la vivienda sea saludable debe estar libre de materiales dañinos y tóxicos, así como sistemas de calefacción sostenibles que no hagan que las personas que residan en ese hogar utilicen calefacciones poco fiables que puedan poner en riesgo su salud. En definitiva, la construcción deberá tener una gran capacidad de adaptación a los nuevos tiempos.
- Economía circular: La economía circular permitiría reducir los residuos de la construcción y elegir materiales reciclados tanto para las nuevas construcciones, como para reformas o rehabilitaciones.
- Integración en el entorno: Cuando se construye un nuevo inmueble se deben tener en cuenta su encaje en el entorno, especialmente si este entorno es un espacio verde o cerca de una zona boscosa. La nueva construcción debe proteger la zona donde se ubica. Así, y teniendo en cuenta la pérdida de la biodiversidad actual, uno de los mayores retos es que la edificación respete el entorno y hasta sea capaz de ayudar a recuperar y mantener la biodiversidad.