Con la llegada del otoño y la entrada de octubre, uno de los cambios más destacados es la bajada de la temperatura. Los días son más cortos, el sol se pone antes de las 20 horas y según avanzan los meses, lo irá haciendo antes. Además, la madrugada del sábado 26 de octubre los relojes se atrasarán una hora, lo que reducirá las horas solares de la tarde. Es un buen momento para unos consejos de acondicionamiento de nuestro hogar para, una vez llegado el invierno, estemos preparados.
Además, tanto el gas como la luz son una de las principales gastos anuales más comunes en la mayoría de familias. Por ello, gracias a estos prácticos consejos de Organ, además de ser beneficiosos para el planeta y el medio ambiente, nos ayudarán a ahorrar durante los meses invernales:
Uno de los factores más importantes es aislar correctamente las paredes de nuestra vivienda. Una posibilidad son los muros con cámara de aire de 10 centímetros, ya que el espacio que queda entre los dos espacios evita que el calor escape de las casas a través de los poros de los materiales de construcción e impide que el aire frío penetre en el hogar. Si no, una de las otras opciones es incluir revestimientos en las paredes mediante una capa aislante adicional, tapando así los puntos de fuga que pueda tener la pared.
Las ventanas también deben pasar revisión. Muchas veces, el desgaste o el transcurso del tiempo hacen aparecer filtraciones de aire como grietas, que facilitan el paso del frío en nuestra vivienda y evitan poder conservar el calor dentro de las habitaciones. Una opción puede ser cambiar las ventanas por unas con vidrio de doble cara. Sin embargo, otra alternativa es utilizar masilla resistente al agua para llenar los vacíos que puedan haber entre el marco y la pared. Por otra parte, es aconsejable mejorar los aislamientos de las cajas de persianas con materiales como el corcho expandido.
El mismo problema puede ocurrir con las puertas exteriores de la vivienda, tanto la de entrada como la de acceso a zonas propias del exterior, como terrazas, patios o jardines. Una manera de evitar este problema es instalar ribetes en los bajos de la puerta y evitar así el flujo del aire. Otro, es detectar si hay pequeñas grietas entre la puerta y la pared y sellarlas con silicona.
Finalmente, aunque hoy en día no es lo más habitual, en caso de tener chimenea, es vital mantener periódicamente limpia. Sin embargo, la tubería por donde escapa el humo es un gran punto de entrada del aire frío. Una de las maneras para evitar esta fuga puede ser introducir un globo o bolsa inflada porque tapone esta salida (siempre que no se tenga intención de utilizarla!)
Hay diferentes hábitos, además, que pueden ayudarnos a no pasar frío y reducir el consumo energético como cerrar las puertas de la cocina o el lavabo (ya que estas habitaciones generalmente disponen de sistemas de seguridad por donde se va el calor y entra el frío), bajar las persianas durante la noche o abrigarnos en casa con ropa de invierno para reducir el consumo de energías.